La teología feminista no es una hipótesis. Existe y tiene una breve historia. Es un fenómeno internacional, intercontinental, interconfesional e interreligioso que cobra importancia progresiva. La piensan, escriben y enseñan teólogas (inmensa mayoría) y teólogos (minoría, aún). Es una teología de talante liberador y universal, opuesta a las exclusiones y ocupada no sólo en la deconstrucción de las teologías sexistas, sino, cada vez más en la construcción de alternativas.
La filósofa Amelia Valcárcel, defiende en este artículo publicado en el diario (...)
Que el velo comporte identidad solamente pueden creerlo los que son (...)
Es demasiado fácil decir que el velo es parte de la cultura de los (...)
"Santo Oficio" se llamaba, históricamente, al que ejercían tenebrosos (...)
Ameno diálogo espistolar sobre la situación de la religión el el giro del (...)
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (dirigido por Erdogan y Gül) y el (...)
Para hablar con toda franqueza, estoy siempre más convencida de que las (...)