Al parecer la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) va a tomar medidas legales frente a lo que consieran "una conjura" contra su labor legal".
Soy de las que piensa que las mujeres, asociadas o a título personal, hemos de apoyar a estas clínicas que realizan su trabajo al amparo de una ley.
No hace falta recordar lo que costó que aquella ley se aprobara hace ya unos años, como tampoco hace falta recordar que estamos en pre-campaña electoral y estas medidas tienen un fuerte tufillo electoralista. Ya he dicho en algunas ocasiones que no creo en las casualidades, y en este caso todavia menos.
No me ceo que a tres meses de unas elecciones generales en donde se pone en juego algo tan importante cono el futuro de toda una serie de medidas sociales tendendes a igualar un poco más nuestra sociedad, de repente se monten toda esta serie de inspecciones en las clínicas que hemos de recordar que están acreditadas, para acabar, incluso, citando a un número importante de mujeres que interrumpieron su embarazo de forma legal.
Y en medio los de las faldas largas y negras suspendiendo misas para que la gente pudiera acudir a su manifestación en favor de la familia tradicional o católica como la llaman ellos.
Y además, y aprovechando que el pisuerga pasa por Valladolid, el candidato Rajoy, se saca de la manga la propuesta de creación de un ministerio de la familia que será el de las personas...Y menos mal que no ha dicho el de los ciudadanos, porque ya hubiera sido el colmo, pero tampoco me hubiera extrañado demasiado. Es increible.
Y, si lo analizamos con un poco de perspectiva, todas estas medidas, propuestas y acciones están empapadas del amargo sabor de la misoginia y del más rancio androcentrismo. Todas y cada una de ellas están encaminadas a buscar una sociedad caduca en la que los derechos civiles de las personas son los que emanan de los confesionarios, los que quieren que las mujeres no seamos realmente iguales y por eso nos tratan unicamente como "úteros reproductores" (Margarita Pintos, Teóloga) y pretenden tenernos de nuevo a su servicio en todos los ámbitos.
Aquellos que son capaces de llevar a las maniestaciones banderas preconstitucionales y además ser capaces de exigir en público la negación de derechos civiles a personas homosexuales al pedir la derogación del matrimonio civil. A veces, con estas cosas, me sale la vena radikal que todas y todos llevamos dentro (mi amiga Laura, lo llama ponerse "punky").
Pero el colmo de los colmos es que las gentes del PP recojan esas propuestas y algunas de ellas las hayan incorporado ya. Y estoy hablando de los recursos que, contra el matrimonio entre personas homoseuales o, contra la ley de igualdad han interpuesto ante el Tribunal Constitucional.
Y yo, que ya sabeis que soy muy preguntona, me pregunto ¿Acaso no es esto pedir que se reduzcan derechos ya adquiridos en ambos casos? Yo creo que sí.
Y como con la ley del aborto no lo pueden hacer ya, pues envian inspecciones y sicarios que golpean a las mujeres trabajadoras de esas clínicas para atemorizarlos en ambos casos.
Por eso, desde este espacio me sumo a la denuncia pública de que lo que está ocurriendo no es casual en absoluto y abiertamente pido a todas las mujeres que en las próximas elecciones NO VOTEN AL PARTIDO POPULAR que con su actitud está demostrando lo poco que le importamos las mujeres y nuestros derechos.
Ben cordialment, aunque enfadada con ellos.
Teresa
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