Mª Emilia Casas es la primera mujer que accede en España a la Presidencia del Tribunal Constitucional. El PP ha presentado una recusación para evitar que la presidenta del TC intervenga en la decisión del alto tribunal sobre el recurso presentado por ellos contra el Estatut Catalan, porque su esposo, el profesor Jesús Leguina Villa, formó parte del equipo que elaboró, por encargo de la Generalitat, un dictamen que sirvió de base para redactar el Estatuto de Cataluña.
Dar por hecho que su marido ejerce influencia en sus criterios profesionales es un acto de sexismo decimonónico. También, sobre esos mismos argumentos, se armó el discurso parlamentario que fue utilizado hace 75 años para negarnos el voto a las mujeres en España.
Aunque la derecha española no se lo crea (solo tienen fe en el misterio de la Santísima Trinidad pero no en la Igualdad), en este país las mujeres profesionales tenemos capacidad y responsabilidad. Nosotras, tomamos decisiones desde la libertad y la solvencia técnica, y no porque nos den instrucciones nuestros maridos, acompañantes o novios. Por supuesto, esta recusación atiende a la política del Partido Popular de obstaculizar la labor de las instituciones (no solo la del Gobierno). Hacerlo con un argumento sexista es doblemente bochornoso.
Como siempre, cabe la toma de conciencia y la consecuente contrición, sería conveniente que el PP retire su recusación vergonzante.
Fuente: El blog de Angeles Alvarez
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