Directora Ejecutiva de ONU Mujeres
Hoy, en el Día de los Derechos Humanos, reflexionamos sobre el año que culmina, año en el cual las personas se manifestaron en las calles para poner fin a la injusticia, la desigualdad y la tiranía y para exigir sus derechos y libertades fundamentales. En 2011 fuimos testigos de profundos cambios históricos. Cantidades de mujeres, hombres y jóvenes se unieron para expresar sus frustraciones y opiniones; buscaron el consuelo del compañerismo para dar voz a sus sueños y esperanzas de un futuro mejor, y sus ideas se difundieron por los medios sociales. Aquí fuimos testigos de un cambio en la manera de luchar por exigir los derechos y las libertades fundamentales a la que tienen derecho todos los seres humanos.
Este Día de los Derechos Humanos se conmemora poniendo el énfasis en los medios sociales, lo que nos hace llegar a una conclusión inevitable y excitante: hoy más que nunca las personas pueden ejercer su derecho a la libertad de opinión y de expresión sin interferencias, y buscar, recibir y dar información e ideas gracias a los medios sociales. La posibilidad de difundir informaciones e ideas está en manos de todos gracias a los teléfonos móviles y las conexiones de internet. Las ideas detalladas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada hace hoy 63 años, pueden ahora llegar más lejos y más rápidamente que nunca antes en la historia.
En El Cairo, después de la revuelta inicial en la plaza Tahrir, fui testigo del poder de las ideas y de los medios sociales cuando me reuní con jóvenes mujeres líderes. Ellas exigían dignidad y los mismos derechos en el camino a la libertad y a la democracia. Querían que las mujeres tuviesen un rol equitativo en la transición y en el nuevo gobierno. Durante nuestras charlas, tenían los teléfonos móviles en la mano y sus opiniones y reacciones se veían amplificadas más allá de la sala de reuniones, compartiéndolas con otras personas en todo el mundo. Cuando volví a El Cairo para reunirme con líderes jóvenes de toda la región, fue alentador ser testigo de la histórica fundación de la Unión Egipciade Mujeres que está compuesta por 500 organizaciones no gubernamentales que movilizaron a las mujeres votantes en el reciente proceso electoral. El Gobierno obtiene su autoridad de la voluntad del pueblo, y la democracia se ve fortalecida por una participación sobre un pie de igualdad de mujeres y hombres.
En la actualidad, el rol de las mujeres en la paz y la democracia se celebró en Oslo cuando se otorgó el Premio Nobel de la Paz a tres mujeres: la Presidenta Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, a su compatriota Leymah Gbowee, y a Tawakkul Karman de Yemen. Ellas son tres de las muchas mujeres del mundo que, a pesar de los enormes obstáculos y riesgos personales, luchan por la paz, la democracia y la igualdad de derechos.
El Premio Nobel de la Paz de este año envió el mensaje de que ahora, en el siglo XXI, es el momento para que las mujeres tengan una plena participación en calidad de iguales en todos los niveles de la sociedad. Fue con esta visión que se creó ONU Mujeres el año pasado. No descansaremos hasta que las mujeres y las niñas gocen de los mismos derechos, oportunidades y participación. Apoyaremos la justicia que dé frutos para las mujeres y para las niñas en todos los países; nos alienta que los medios sociales difundan la voz de la libertad y la justicia para todas y todos.
Mensaje distribuido por ONU Mujer
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